Anthony Brown Nació el 30 de Septiembre de 1896, en su corta vida siempre estuvo rodeado de lujos y amor.
Hijo único de Rosemary Andlay y un distinguido marino francés: el señor Brown.
Su infancia fue muy feliz, vivía con sus padres con los cuales vivió épocas de verdadero amor fraternal.
Su madre Rosemary sentía mucho amor y una gran pasión por el cultivo de las rosas, misma que heredaría a su hijo Anthony.
Después de dar a luz a su hijo, Rosemary nunca fue la misma, se enfermaba constantemente hasta que un trágico día fallece dejando a Anthony solo siendo aún muy pequeño.
Los mejores recuerdos que el pequeño tiene de ella eran mientras cultivaban rosas juntos.
Al señor Brown, padre de Anthony, aunque era un buen hombre le resultó muy doloroso asimilar la muerte de su esposa, por lo que poco después ese triste suceso decide dejar a su hijo a cargo de La señora Elroy, tía de Rosemary , para dedicarse cien por ciento a su trabajo, por el que viajaba constantemente.
Anthony sufre la muerte de su madre pero aprende a asimilarla, por lo que su vida continúa a lado de sus primos Archibald y Alister Cornwell, los cuales también vivían bajo el cuidado de su tía abuela.
Era un niño inquieto, líder en las travesuras que planeaba junto con sus primos, pero gracias a su angelical rostro, su dulce mirada y a su habilidad para manipular a su tía, siempre salía bien librado de las reprendas sin ser castigado, siendo además, el consentido de la tía Elroy.
Sin embargo, a pesar de ser una persona con muchas ganas de vivir y con una vida llena de todas las comodidades del mundo sentía que algo le hacia falta, la muerte de su madre le había dejado un gran vacío.
Anthony crece hasta cumplir los 14 años siendo un chico muy maduro para su edad. Un buen día mientras cultivaba sus amadas rosas aparece una pequeña niña de doce años en el portal de las rosas que él había creado. La pequeña lloraba sin parar tirada en el verde pasto. Al verla sintió mucha compasión por ella, “No llores, pequeña pecosa” le dijo. La niña lo miró y su tristeza desapareció transformándose en sorpresa, para segundos después convertirse en toda risas y alegría. Anthony disfrutó mucho de la risa de la pequeña, su alegría tenía algo que el mirarla simplemente le contagiaba aquella viveza y ganas de vivir, al verla así le dijo: “eres mucho mas linda cuando ríes... que cuando lloras”
Anthony queda prendado de aquella pequeña, y al conocerla poco a poco se va enamorando de ella. Candy sacaba lo mejor de él, estar con ella le hacía muy feliz. A partir de entonces Anthony dejó de sentirse solo, hasta el grado de estar seguro de que había encontrado a la persona que sería su compañera el resto de su vida.
Anthony descubre en él mismo cualidades que no había tenido oportunidad de desarrollar antes de conocer a Candy. Comprueba que puede ser un ser independiente, dueño de sus propias decisiones y capaz de defender sus convicciones. Comienza a rebelarse en contra de la tía Elroy, pues esta siempre quería imponerle sus ideas a sus sobrinos, cosa que Anthony ya no estaba dispuesto a tolerar.
Aprende el valor de la amistad, la compasión y la humildad gracias a Candy. Sin embargo él ya poseía muchas mas virtudes, pues desde pequeño demostró tener un gran corazón, era amable, dulce y tierno, sin dejar de demostrar que era dueño un fuerte y firme temperamento, lleno de seguridad de si mismo, además de que nunca fue prejuicioso, a pesar de vivir rodeado de lujos.
Anthony extraña a su madre, sin embargo no le cuesta externar sus sentimientos, por lo que constantemente habla de ella y su sentir con Candy demostrando ser alguien con mucha sensibilidad.
El vivía la vida con intensidad, amaba la naturaleza, disfrutaba de ella. Valoraba tanto a las personas como a los animales y las flores. Gustaba tanto del amanecer como del anochecer, de los días soleados y los lluviosos, disfrutaba del florecer de las rosas así como el de la caída de los pétalos al viento, amaba el aroma de la naturaleza, la sentía, le hacia vibrar... además que de esa forma se sentía cerca de su madre.
Era un ser sumamente positivo, por lo que despreciaba la maldad, la envidia, la cobardía. Características que poseían sus primos Elisa y neil, a los cuales simplemente trataba con indiferencia siempre y cuando no se metieran con él o los suyos, pues cuando alguien lastimaba a sus seres queridos salía en su defensa de inmediato.
A pesar de su caracter apacible y dulce, Anthony era un rebelde con Causa.
Ese es Anthony un joven lleno de vida, amante de la naturaleza, bondadoso, honesto y con una gran sensibilidad para reconocer a los puros de espíritu, como él.
Tal vez por eso Mizuki, la autora de esta historia, decidió poner fin a la vida de este personaje. Ella logró crear con Anthony un personaje puro, etéreo, un ser angelical, casi celestial. Probablemente su lugar no era el mundo terrenal.
“Los pétalos de las rosas caen cuando el viento sopla para así florecer aún mas hermosas, el viento sopla de nuevo y caen una vez mas, de esta forma las rosas nunca mueren”
“La gente muere, pero ellos pueden vivir para siempre en nuestros corazones”
Palabras de Rosemary Brown, las cuales Anthony nunca olvidaría.
